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Tratamiento de baja complejidad
Las técnicas de baja complejidad son tratamientos que buscan aumentar las posibilidades de embarazo por ciclo.
Las técnicas de baja complejidad son tratamientos que buscan aumentar las posibilidades de embarazo por ciclo.
Consiste en administrar medicación hormonal (vía oral o inyectable) para estimular la ovulación. De esta manera se logra mejorar la calidad de los óvulos y se pueden programar las relaciones sexuales, para mejorar la posibilidad de embarazo.
Es un método de baja complejidad muy utilizado por su simplicidad, reducido costo y riesgo.
Se recomienda cuando las mujeres tienen los siguientes problemas:
Para realizar este tratamiento no debe haber alteraciones en el semen, dado que no se interviene para mejorar su calidad (como si ocurre en la inseminación intrauterina).
En las pacientes anovuladoras, es generar ovulación, y en pacientes ovuladoras el objetivo es mejorar la calidad y cantidad de óvulos. Igual que en la inseminación intrauterina, no se busca obtener un gran número de ellos (máximo 2 o 3) sino sincronizar el momento de las relaciones sexuales y aumentar así la probabilidad de embarazo. En los casos en los que se desarrollan más de tres folículos de tamaño suficiente como para expulsar óvulos maduros, el médico puede indicar la suspensión del tratamiento para evitar el riesgo de embarazo múltiple.
La medicación que se utiliza para estimular los ovarios puede ser oral o inyectable.
Las hormonas inyectables se pueden aplicar de manera intramuscular o subcutánea (la mayoría) y actúan en forma directa sobre los ovarios, para el reclutamiento y desarrollo folicular. Por otro lado, la droga que se administra por vía oral es el citrato de clomifeno (medicación utilizada desde la década del 60). Presenta algunas ventajas como el bajo costo y los mínimos efectos secundarios.
La elección de una u otra medicación dependerá de la evaluación que se realiza previo a iniciar el tratamiento.
La estimulación se inicia entre el segundo y quinto día del ciclo, y debe ser controlada por el profesional a cargo para minimizar las posibles complicaciones. Esto se logra a través de los que se denomina monitoreo ecográfico del desarrollo folicular, que consiste en realizar una serie de ecografías transvaginales, mientras la paciente está recibiendo la medicación. El objetivo es evaluar el número y características de los folículos en crecimiento, así como el grosor y el aspecto del endometrio (parte interna del útero - donde se produce la implantación). En la mayoría de los casos, una vez que los folículos alcanzan el tamaño deseado, se administra una última hormona inyectable llamada hCG, que induce la ruptura folicular entre 36-40 horas más tarde. Se indica a la pareja tener relaciones a partir del día de la aplicación de la hCG, durante 5 días (a diario o días alternados).
La probabilidad de embarazo es del orden del 14 al 20% por ciclo. Sin embargo, esta probabilidad varía según el caso y deberán realizarse 3 o 4 intentos antes de descartar su utilidad.
Es muy bajo, ya que si la respuesta ovárica es mayor a lo deseado, se suele cancelar el ciclo y así prevenir embarazos múltiples.
Es un tratamiento que consiste en colocar espermatozoides previamente seleccionados en el laboratorio, dentro de la cavidad uterina en el momento en que la mujer está ovulando.
Se utiliza generalmente en parejas que tiene dificultades en el viaje de los espermatozoides desde la vagina hasta el interior del útero, o en aquellos casos en los que el semen requiere ser tratado o seleccionado previamente por distintos motivos.
Mediante monitoreo ovulatorio (ecografías) determina primero el momento de la ovulación para llevar a cabo el procedimiento de depositar en forma asistida los espermatozoides en la cavidad uterina.
La inseminación intrauterina puede realizarse en ciclos ovulatorio naturales, aunque su eficacia es mayor cuando se la realiza en un ciclo programado.
La tasa de éxito por intento es de aproximadamente 15%; por ello se aconseja repetirlo entre 3 y 4 veces antes de pasar a un tratamiento más complejo.
Es muy bajo. Si la respuesta ovárica es superior a lo deseado, se suele detener la inseminación y esperar otro ciclo para prevenir embarazos múltiples.
ESTA OPCIÓN ES UTILIZADA EN FORMA RUTINARIA PARA MUJERES SOLAS O CON PAREJAS IGUALITARIAS.
Las técnicas de alta complejidad son tratamientos que buscan aumentar la tasa de embarazo o preservar la fertilidad, y donde las gametas (óvulos/espermatozoides) se manipulan en el laboratorio («in vitro»).
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